Capítulo siete

—Azul, cuarenta y dos. Azul, cuarenta y dos. ¡Hut, hut!—grita Bryer, momentos antes de pasarle el balón a Shelton. Al recibir el balón, salgo corriendo por el campo, preparándome para atraparlo cuando Shelton lo lance.

Tiene un brazo increíble y acierta su objetivo el noventa y nueve por ciento de ...

Inicia sesión y continúa leyendo