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Toda la repulsión, odio y resentimiento que sentía por él parecían golpearme en oleadas. Pensé que lo odiaba, hasta que me enfrenté a su presencia de nuevo, después de meses. No me había dado cuenta de la magnitud de ello hasta entonces.

Me incliné sobre él, mostrando mis colmillos.

—Te lo he dich...

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