118

El olor era penetrante y agrio, mezclado con notas de descomposición y putrefacción.

Sostenía los intestinos, blandos y flexibles, manchando sus dedos con sangre, mucosidad intestinal y restos de comida no digerida, y los enrolló dos veces alrededor del cuello de Hunter, quien temblaba y escupía sa...

Inicia sesión y continúa leyendo