31

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras mi piel se estremecía con un poder agresivo. Había un dolor sordo donde mi cabeza se había golpeado torpemente contra el frío e implacable suelo de madera. Enyo aprovechó el segundo en que mi muro defensivo entre nosotras vaciló para tomar el control,...

Inicia sesión y continúa leyendo