5

Un pitido constante sonaba molesto en mis oídos mientras me adentraba en la oscuridad de mi mente. El olor a antiséptico y sándalo quemado hizo que arrugara la nariz. Gemí mientras luchaba por abrir los ojos, cada párpado cargando con el peso del mundo. Mi vista se nubló al captar la absoluta nada d...

Inicia sesión y continúa leyendo