69

Sabía exactamente dónde estaba Fenrir. No era su olor lo que podía percibir en el aire, sino el calor de su presencia. Mi cuerpo me empujaba en su dirección, vagando por su cuenta, como un imán.

Ahora entendía mejor cómo siempre me encontraba a tiempo cada vez que estaba en peligro. Era extraño, co...

Inicia sesión y continúa leyendo