91

—Tal vez. La necesidad no es mía, sino de mi animal; no puedo controlarlo.

—Bueno... mi lobo se siente satisfecho siendo alimentado por ti, así que creo que nuestros animales están de acuerdo en eso —confesé.

—Entonces tenemos tu respuesta —dijo.

Me lamí los labios, limpiando el exceso de sangre,...

Inicia sesión y continúa leyendo