156. Un lío de mi parte

Me raspo las rodillas en el suelo, sintiendo su mirada pesada sobre mí mientras subo a la cama y me giro lentamente, finalmente encontrando sus ojos adecuadamente. Hundirme en el colchón me envía una ola de dolor por la nalgada, y un escalofrío placentero sube por mi columna, extendiendo calor por m...

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