194. Regalo de bienvenida

Mis labios se separan, pero ningún sonido escapa. Debo lucir como una tonta, luchando por decir algo que no llega.

El lujoso vestido que abraza mi cuerpo de repente se siente más pesado, y la seda impecable, hecha a medida para que parezca que pertenezco a este mundo, ahora parece demasiado fina, un...

Inicia sesión y continúa leyendo