213. «Di que me amas. Ahora». (+18)

El rostro de Abraham se retuerce. También está al borde de perder el control, y aún así, se aferra. Sigue adelante, con los ojos fijos en los míos, nuestros cuerpos chocando en un ritmo frenético.

—Me desquicias, ¿sabes? Me desequilibras la cabeza, me desquicias el alma... y te dejo. Joder, te dejo,...

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