44. «Me haces sentir muy bien».

Tyler, el dueño de la cafetería, sonríe discretamente y coloca un latte y un espresso sobre la mesa antes de alejarse. Caliento mis manos en mi taza, sintiendo el calor subir hasta mi pecho. Ahora que el invierno ha llegado oficialmente, la brisa es aún más fría y las nubes amenazan con soltar copos...

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