58. «Tócame, Maestro».

Cuando cierro los ojos y dejo que el agua caliente envuelva mi cuerpo cansado, olvido dónde estoy — lo que acabo de hacer. Pero cuando los abro de nuevo y encuentro la enorme ventana junto a mí, mostrando el Central Park y la vista nocturna de Nueva York, todo se vuelve aún más real.

Estoy en el apa...

Inicia sesión y continúa leyendo