85. «Me has vuelto a desobedecer».

Estoy tan necesitada que mis piernas están débiles. Mis manos se deslizan por la pared, húmedas por el vapor de la ducha.

Las gotas de agua recorren mi cuerpo, dándome escalofríos, y no estoy segura si tiemblo por la emoción o por el frío, lejos del calor de Abraham.

Él se acerca lentamente por det...

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