No más

La imponente presencia de Dordrich llena la oficina cuando entra. Estoy un poco sorprendida, habíamos acordado que lo encontraría en el estacionamiento. Su aura obliga a todos a notarlo y los pasillos están llenos de trabajadores que lo admiran en secreto.

Yo también apenas puedo apartar los ojos d...

Inicia sesión y continúa leyendo