¡Ella estuvo aquí!

—¡Qué aventura!—suspira Aziel—. Vinimos desde Nueva York para encontrarnos con un grupo cívico antidrogas del inframundo. Los hombres se inclinan para tomar un respiro profundo—. Tuvimos suerte de que el capo de la droga se emocionara. No quiero pensar en cómo habría terminado esto de otra manera. A...

Inicia sesión y continúa leyendo