El primero

—Por favor, sé gentil, es mi primera vez— digo suavemente en su oído, aferrándome a sus brazos con miedo a lo desconocido.

Él me mira extrañamente, pero el deseo lo domina y lo siento en la entrada de mi vagina. Con ternura toma posesión de mí hasta que golpea la barrera virgen. Sorprendido, intent...

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