CAPÍTULO 11

Capítulo 11

El vino aún me corría por el pecho cuando Gabriela soltó una risa burlona.

—Uy, qué pena… se te manchó el vestidito —dijo, fingiendo sorpresa.

Yo no dije nada. Me temblaban las manos de la rabia.

Luciano se giró hacia ella de inmediato.

—¿Estás loca? ¿Qué te pasa? —le dijo en voz al...

Inicia sesión y continúa leyendo