CAPÍTULO 18

Capítulo 18

—No, Gabriela —le dije, cruzándome de brazos—. No quiero ser tu dama de honor. No somos cercanas. No tiene sentido.

Ella sonrió con falsa dulzura.

—Ay, hermanita, no seas así. Es una ocasión especial. Solo tú puedes hacerlo. Además, no hay nadie más que tenga ese “título” tan convenie...

Inicia sesión y continúa leyendo