CAPÍTULO 23

Capitulo 23

Vincenzo siguió besándome el cuerpo, lento, mientras yo intentaba recuperar el aliento y la respiración. Mi pecho subía y bajaba con fuerza. Todavía me temblaban las piernas.

Él sonrió. Me besó la frente, el cuello, los senos, como si no quisiera soltarme.

—Tenemos que irnos —le dije,...

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