CAPÍTULO 8

Capítulo 8

Luciano no dijo nada. Caminó hacia mí, con fuego en los ojos, y antes de que pudiera apartarme o reclamarle algo más, me tomó del rostro y me besó. Fuerte, posesivo. El tipo de beso que no pide permiso.

Yo debería haberlo rechazado. Pero no lo hice. Mi cuerpo lo buscó como si lo necesit...

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