Capítulo 132

Después de dos días de descanso, mis muñecas se habían curado lo suficiente como para quitarme las vendas. Antes de salir, Ethan insistió en revisarlas.

—¿Estás segura de que estás lista? —preguntó, girando suavemente mis manos para inspeccionar ambos lados.

—Estoy bien —le aseguré—. Además, prome...

Inicia sesión y continúa leyendo