Capítulo 192

Arrastré mis piernas exhaustas hacia el ascensor, desesperada por llegar a casa después de doce intensas horas en la clínica. Justo cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, una voz familiar llamó:

—¡Eh, espera!

Cole se coló, —Justo a tiempo— dijo con una sonrisa mientras ajustaba su corbata...

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