Capítulo 223

El fin de semana llegó rápidamente, y cuando llegamos a Boston, el sol bañaba suavemente las calles. La casa de mi abuela estaba allí, renovada pero familiar. En el pequeño jardín, las rosas se mecían con la brisa, y el manzano aún se mantenía alto, sus ramas mostrando brotes de primavera temprana.

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