Capítulo 265

Cuando regresé al coche, Lucy miraba por la ventana para confirmar que Alex realmente se había ido. Su nerviosismo era casi visible, su pecho subía y bajaba rápidamente, su respiración era rápida, esos labios llenos ligeramente entreabiertos. ¡Maldita sea, qué linda!

—Relájate, lo manejé—. Extendí ...

Inicia sesión y continúa leyendo