Capítulo 40

El golpe me alcanzó en la cara con tal fuerza que mi visión se nubló. La lluvia se mezclaba con el sabor de la sangre en mi boca mientras intentaba gritar, pero una mano se cerró alrededor de mi garganta, ahogando el sonido.

—¡Cállate!— El aliento caliente golpeó mi oído, haciendo que mi estómago s...

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