Capítulo 39 Capítulo 40

—Ya ves, Lidia, si yo no puedo tenerte, nadie podrá —habló suavemente, con una voz que casi no parecía la suya—. Estoy destrozado, pequeña, pero no te entregaré a Mick, eres mía o no eres de nadie.

Su agarre me estaba dejando sin aire, mareada y sin aliento, descubrí que no tenía voz para pedirle q...

Inicia sesión y continúa leyendo