269 - Ella Walker

Llevábamos horas allí, y no quería nada más que suplicar para que esta tortura terminara y dirigirme directamente a un baño de hielo para relajar cada uno de mis músculos.

—¡Si sigues preocupándote por quién está mirando, nunca serás capaz de ejecutar el movimiento! —dijo el instructor que estaba f...

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