Capítulo 27

Capítulo Veintisiete

Alpha Aiden

—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Mis manos desnudas y magulladas seguían golpeando con fuerza el saco de boxeo negro de 100 libras hasta que se rompió en pedazos, liberando una masa de arena y trapos antes de que me moviera a golpear el quinto saco de esta mañana.

—¡Trá...

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