Capítulo 60

Capítulo Sesenta

Nina

—Mmnnnnn…— gemí mientras nuestras manos no podían dejar de tocarse. Sentí su aliento caliente caer en el punto sensible de mi cuello, enterrando su cabeza y oliendo mi aroma natural, lo que dejó burbujas de sensación de cosquilleo mientras sus dedos grandes y callosos acaric...

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