24. Marcado

Elijah frunció el ceño, el hombre claramente había perdido la cordura mientras escupía tonterías, sus ojos fijos en Scarlett.

—Nunca me pondría de tu lado y tus maneras sádicas —dijo Scarlett.

—¡Sí, lo harás! ¡Yo soy la razón por la que estás en este maldito mundo! —siseó él, sus colmillos alargán...

Inicia sesión y continúa leyendo