Capítulo 14

Aria

Mis ojos, por alguna razón inexplicable, se fijaron en ese único merodeador en el medio.

Ninguno de los otros merodeadores se movió, pero él sí, tranquilo e indiferente a mi presencia, comenzó a acercarse a mí. Su comportamiento parecía extraño, sus ojos grises eran los más inusuales que habí...

Inicia sesión y continúa leyendo