Otro castigo

Para secar su cabello mojado, estaba buscando un secador de pelo, pero no lo encontró. Así que lo secó con una toalla y se sentó frente al espejo. Había tantos tipos de frascos de perfume colocados en el tocador. Tomó uno de ellos y comenzó a rociárselo. El aroma del perfume era realmente cautivador...

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