Rendirse

Pasó todo el día fuera de su casa y era medianoche cuando regresó, pero su furia seguía en el séptimo cielo. Deteniendo su coche frente a su casa, entró dando largas zancadas y subió las escaleras hacia su habitación.

Mientras tanto, Aleezay, que acababa de escuchar el alboroto de su llegada, lo ob...

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