Capítulo 24

Caleb se frota las manos por la cara, luego por la barba que cubre su barbilla, tratando de procesar la cantidad de información que acabo de soltarle.

—Bree, yo...

Levanto una mano para detenerlo.

—Todavía hay más.

—¿Más? —repite Caleb, su voz baja y letal—. ¿Cómo es posible que ese cabrón no ...

Inicia sesión y continúa leyendo