Capítulo 27

Por la mañana, me despierto lentamente con el cálido y dorado sol acariciando mi rostro. Estoy tan relajada y cómoda que juro que podría volver a dormirme, pero estoy segura de que probablemente debería estar haciendo algo más importante. Me muevo un poco, tratando de quitar el sol de mis ojos antes...

Inicia sesión y continúa leyendo