18.

Mis ojos se abrieron cuando una ráfaga de viento me acarició las mejillas. Mi mente desorientada tomó en cuenta el entorno.

Registré que estaba de vuelta en mi habitación, en casa de Julia. Miré la hora. Eran más de la 1 de la madrugada. Luego, me concentré y bebí un sorbo de agua para recordar los...

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