31

Me quedé allí paralizada, sin poder procesar nada.

¡No, esto no estaba pasando! ¡No podía ser!

Mis ojos se negaban a creer que el demonio de mis pesadillas estaba frente a mí.

¿Y Sean? ¿Cómo se atrevió a golpear a Sean?

Atrapé la mirada de Sean. Él me dio una leve sonrisa, luego hizo una mueca d...

Inicia sesión y continúa leyendo