Capítulo 28

Stella

Silas me espera afuera de mi edificio de apartamentos, su coche clásico estacionado al lado de la calle. Tan pronto como salgo y lo veo, sonrío y le hago una señal con la mano. Él devuelve el saludo, pero no la sonrisa, y se da la vuelta para abrir la puerta del lado del pasajero.

Me desliz...

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