Capítulo 29

Stella

Luca me ayuda a salir del coche, sosteniéndome del brazo mientras saludamos calurosamente al portero. Su musculoso y exageradamente alto cuerpo se eleva sobre mi pequeña figura, haciéndonos reír cada vez que nos vemos reflejados.

—¿Estás segura de que no puedo llevarte? Sería mucho más rápid...

Inicia sesión y continúa leyendo