49. Confesión matutina

|| Punto de vista de Lila ||

Me moví un poco. Su brazo estaba sobre mí, sus dedos trazando patrones ligeros en mi espalda. El ritmo constante de su respiración era reconfortante, y por un momento, me permití disfrutar del calor de su presencia.

Pero entonces me di cuenta de que llevaba puesta su ...

Inicia sesión y continúa leyendo