50. Mañana amarga

|| Perspectiva de Lilac ||

Pero la realidad me golpeó de lleno cuando mi teléfono vibró ruidosamente en la mesita de noche. Gemí, extendiendo la mano para alcanzarlo, y vi el nombre de Elara parpadeando en la pantalla. Mi corazón se hundió. Había olvidado por completo ponerme en contacto con mi fam...

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