112

Me giré y le di una sonrisa agradecida, a lo que él respondió con un asentimiento.

Mi cabeza estaba sobre el hombro de mi hijo, mis ojos alejados de Diego, simplemente quedándome allí, asimilando la realidad de que una vez más estoy reunida con mi hijo.

Fue precisamente por esto que no noté la int...

Inicia sesión y continúa leyendo