25

Me quedé paralizada, mi corazón latiendo en mi pecho como tambores. La repentina partida de Leon me dejó sintiéndome vulnerable, expuesta y abandonada.

En ese momento, Leon volvió a la casa, sudando y jadeando.

—¿Qué pasa, Leon? ¿Qué ocurrió? —pregunté asustada.

Leon me miró—. Creo que vi algo cu...

Inicia sesión y continúa leyendo