Siete

A la mañana siguiente, sentí un gran alivio al hacer el check-out del motel. El ruido y el caos de la ciudad habían sido abrumadores.

—Volvamos a casa —dijo Leon, sonriendo.

—Pensé que habías visto a los hombres de Diego, ¿no fue por eso que nos trajiste aquí? —le pregunté a Leon, con la confusión...

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