Capítulo 387 Sin reconciliación

En la comisaría, Kenna estaba decidida a no dejarlo pasar.

—¿Crees que me importa mi reputación? ¿Como mujer y ejecutiva, empaparme de orina de gato frente a mi propia empresa y que me llamen rompehogares? ¿Crees que puedo simplemente dejarlo pasar?— Kenna le espetó al mediador.

El oficial trató d...

Inicia sesión y continúa leyendo