Capítulo 54 Encontrado de nuevo

A la mañana siguiente, Isabella se despertó sintiéndose hambrienta.

La habitación estaba vacía excepto por ella; Michael se había ido en algún momento.

Se sentó, con la cintura doliéndole como si la hubiera atropellado un camión.

Pero, sorprendentemente, no había ninguna molestia entre sus pierna...

Inicia sesión y continúa leyendo