Un verdadero italiano

ALINA

Abrí los ojos lentamente, sintiendo como si pesaran una tonelada.

Por un instante, olvidé lo que había sucedido en estos últimos días y esperaba verme acurrucada en las sábanas de Dante.

Pero poco a poco me di cuenta de que no estaba soñando, estaba viviendo una maldita pesadilla.

Los...

Inicia sesión y continúa leyendo