16 ¡Estoy embarazada!

—¿Qué te pasa? —me quedé junto a la puerta y la miré—. ¡Creo que esta es mi oficina!

—¡Lo sé! —dijo Gina, bajando lentamente sus tacones. Se levantó y me enfrentó, aún con esa postura altiva.

—¿Qué quieres hacer en mi oficina? —pregunté, apoyándome en el marco de la puerta.

Gina no habló. Caminab...

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