Capítulo 79

—¡Dios mío, Beau! ¿Eres tú? ¿Dónde estás? —pregunté mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Estaba realmente vivo.

—Eh, en una de las muchas casas de Isobel, dice ella.

—Lo siento, estaba dormido y...

—Lo sé, no te preocupes. Isobel me dijo que parecías cansado —escuché su voz. Mis manos ...

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