Capítulo.48-Sé un hombre.

Vi su coche desaparecer justo delante de mis ojos y no pude persuadirlo de que no era justo lo que me estaba haciendo. La brisa fría me dio escalofríos en la piel, las lágrimas brotaron de mis ojos y sollozé al lado de la carretera, abrazándome a mí misma.

—¿No pagó? —gritó uno de los chicos del ot...

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